“No son las cosas en sí lo que nos preocupan,
sino las opiniones que tenemos de ellas”

Epicteto.

  • La histeria fue definida por primera vez por los griegos después de haber estudiado el comportamiento de las mujeres cuando los hombres se iban a la guerra. Notaban en ellas cambios de ánimo, menos tolerancia, mayor agresión tanto entre ellas como con los niños. Con base en eso definieron la histeria como útero insatisfecho, ausencia de placer sexual.
  • Actualmente la sexualidad no es la única fuente de placer para las mujeres por lo que la histeria también se presenta en hombres y desde la perspectiva Estratégica se define como ausencia de placer. Una persona histérica puede ser:
    • Aquella que constantemente busca el placer y por buscarlo voluntariamente no lo encuentra.
    • Aquella que voluntariamente se lo niega por el miedo que siente de llegar a perder el control y dejarse llevar por el placer. Por consiguiente, prefiere renunciar a él completamente.
  • Son personas a las que todo les da lo mismo.
  • Personas excesivamente rígidas, obsesivas, que tienen la necesidad de controlarlo todo por lo que son excesivamente exigentes con el mundo y sobre todo, consigo mismas.
  • Como consecuencia de los altos niveles de auto exigencia, son personas que no saben parar, que no saben descansar, lo que las termina llevando a presentar crisis del estado de ánimo que pueden manifestarse en:
    • Llanto incontrolable y sin una razón que lo justifique
    • Mal humor constante
    • Irascibilidad e irritabilidad constante frente a situaciones que no lo ameritan
    • Muy baja tolerancia a la frustración
    • Insatisfacción con todo lo que se está haciendo
    • Imposibilidad de vivir en el presente
    • Pueden llegar a presentar ataques de pánico
  • La histeria, como cualquier otra problemática o patología, se presenta como consecuencia del significado, el sentido y el valor que los seres humanos le atribuimos a las situaciones (Nardone, 1992). Y una de las situaciones a las que más valor y significado le da la sociedad actual es al éxito, entendido como la acumulación de grandes cantidades de dinero, bienes materiales, la ocupación de altos cargos directivos, en resumen, “ser el/la mejor en todo”. Y para ser el mejor en todo no hay tiempo para descansar, detenerse, desconectarse, ergo, no hay tiempo para el placer.
  • “Quien quiera hacer el bien debe hacerlo en los pequeños detalles” (Bateson, G., s.f.).