PSICOTRAMPAS – PSICOSOLUCIONES

Tomado de: http://www.psiara.cat/view_article_6E4DF.asp?id=4496&cat=49

El pasado  26 de mayo en la sala de actos del COPC Júlia Pascual Guiteras (Secretaria de la Junta de la Sección de Psicología Clínica y de la Salud y coordinadora del  Grupo de Trabajo de Terapia Breve Estratégica) y Noemí Calvó Iborra (secretaria del GTBE) y realizaron la conferencia: “Psicotrampas versus Psicosoluciones” con el objetivo de transmitir y compartir los nuevos conceptos del último libro de Giorgio Nardone titulado “Psicotrampas”  de la editorial Paidós.

Las dos conferenciantes nos mostraron como todos los humanos tenemos una capacidad extraordinaria de buscarnos y construir problemas pero al mismo tiempo también para resolverlos.

Júlia Pascual definió el concepto de psicotrampa como un mecanismo psicológico  que todos nosotros utilizamos alguna vez y que de por sí no es patológico. La experiencia nos lleva a repetir  la solución que nos ha funcionado, y si siempre utilizamos la misma solución para resolver el/los problemas durante tiempo esa solución se acaba convirtiendo en patológica, ya que vemos que no sólo no soluciona el problema sinó que se transforma en el problema, en una Psicotrampa. Es decir, una psicotrampa es una solución intentada disfuncional que se aplica de manera excesiva y reiterada en el tiempo sin resolver la situación e incluso empeorándola.  La combinación de varias psicotrampas mantenidas en el tiempo da lugar a los diferentes trastornos psicológicos. Desde la terapia breve estratégica se desbloquea el problema poniendo en marcha una solución distinta.

Por otro lado, expuso cómo funcionan las siete psicotrampas del pensamiento y las ocho psicotrampas de la acción y enfatizó que aunque estas modalidades sean muy invalidantes y permanezcan en el tiempo no por ello la intervención debe ser costosa y larga. Como dice Nardone “si existe una psicotrampa existe una psicosolución”.

Noemí Calvó se centró en explicar las psicotrampas de la acción dada su importancia y utilidad terapéutica:

  • La psicotrampa de la acción el “insistir” : insistir demasiado sobre alguna cosa provoca que aquello que incluso funciona llegue a ser contraproducente.  Se trata de una solución disfuncional reiterada que no sólo no funciona sino que incluso llega a ser contraproducente. Imaginemos el ejemplo de una pareja que reclamando más atención al otro miembro de la pareja insistiera en su demanda consiguiendo no solo que no le preste más atención sino que aún le preste menos. Lo que provoca es el efecto contrario ya que acaba convirtiéndose en lo que conocemos socialmente como “un pesado” y es que la trampa aparece cuando insistimos en repetir la misma solución que ha funcionado en otras ocasiones generando aún más frustración.
  • La psicotrampa de renunciar y rendirse: como resultado de la intolerancia al esfuerzo o desconfianza en los propios recursos. Es el caso más frecuente que encontramos entre los jóvenes adolescentes de hoy en día que protegidos por la sociedad y las familias renuncian para protegerse de la frustración. De nuevo la naturaleza no nos ayuda ya que, en la vida los grandes objetivos requieren grandes sacrificios. Y, además, la sensación que dejará un fracaso nunca dejará una huella tan profunda como la que dejará la renuncia y que con el tiempo generará una incapacidad frente a cualquier situación crítica.
  • •    La psicotrampa de la manía del control: si intentamos controlar todo en exceso puede llegar a producir un efecto paradójico y se acabar por perder el control. Esta psicotrampa la vemos en la mayoría de los desórdenes fóbico-obsesivos.  Un autoengaño que al principio nos hace sentir seguros porque tenemos la ilusión de poder mantener todo bajo control pero, más adelante lo que nos tranquiliza nos lleva al punto de perder el control. Si observamos como decía Nietzsche: “todo lo absoluto pertenece a la patología”.
  • La psicotrampa de la evitación: que provoca muchas de las prisiones mentales y de comportamiento hasta llevar a la conducta fóbica. Cuando se utiliza de una manera preventiva la persona pierde la oportunidad de afrontar la realidad y de descubrir recursos que se desconocen. Todos tenemos la necesidad de evitar cuando algo nos asusta o nos duele pero, si bien es cierto aquello que nos tranquiliza por un lado por otro nos hace débiles.
  • La psicotrampa de aplazar:  la persona decide voluntariamente postponer el comportamiento porque o le genera mucho esfuerzo o tiene mucho miedo con lo cual aumenta la dificultad para llevar a cabo el comportamiento. Un ejemplo es la ya conocida para muchos “la dieta de los lunes” que debido al esfuerzo que supone empezar una dieta siempre se postpone al lunes siguiente.
  • La psicotrampa de “la ayuda que daña”. Este mecanismo puede observarse en relaciones enfermizas donde hay un protector que se siente útil y un protegido que se siente salvado. Cuando una persona tiene que exponerse a una situación complicada pedir ayuda nos hace humildes y lo importante es saber dar la ayuda justa.  Este es el caso de los padres de la sociedad actual que dicen: “creo que el problema de mi hijo es su falta de autoestima”. Y es que cuando se limita a la persona la posibilidad de desarrollar su autonomía e independencia se la convierte en incapaz o en dependiente.
  • La psicotrampa de defenderse preventivamente. La desconfianza a sufrir engaños o desilusiones de los demás nos lleva a Lo que en un principio podría ayudarnos a evitar sufrir se convierte en la causa de muchas de las patologías relacionales y manías persecutorias.
  • La psicotrampa de socializarlo todo. Observamos que en el ámbito de la patología fóbico-obsesivas cuanto más hablo de mi problema más lo alimento.

Tanto Júlia Pascual como Noemí Calvo a través de sus exposiciones y con la ayuda de diferentes ejemplos de casos reales nos mostraron como cada psicotrampa tiene su psicosolución.  La conferencia finalizó dándoles la palabra a los participantes hecho que enriqueció la actividad reflexionando conjuntamente sobre los conceptos aportados.

Sonia Sendra
Col. 15385
Vocal del GTBE

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