Ser un buen líder me parece una de las tareas más difíciles para un ser humano. Implica, entre otras cosas, ser coherente en: pensamientos, lenguaje y acciones. En otras palabras, encarnar lo que pensamos, hablamos y hacemos en todos los campos de nuestra vida. Ser un ejemplo sin necesidad de hablar porque justamente la vida que hemos construido es la mejor muestra de lo que somos. Esto es para mi Carlos Eduardo Correa, un ser humano que es absolutamente coherente en todos los campos de su vida, que ha vivido realmente por prestarle un servicio a otros seres humanos de la manera más genuina y generosa. Una persona que realmente sabe lo que es el perdón, que después de haber perdido a su mejor amigo por un asesinato, vive una vida sin rencor, sin rabia, desde la comprensión y la compasión.
Como ser humano lo admiro y me parece que en esta entrevista resume de una manera increíble lo que significó la visita del Papa a Colombia. Sin importar las creencias religiosas, si somos o no católicos, si creemos o no en la Iglesia, porque más allá de las creencias religiosas, lo importante es el mensaje y cómo los colombianos vamos a trabajar por un país en paz. Y una vez más, no porque la paz esté constituida dentro de un marco político, sino la paz como un proceso de perdón en un país donde hay tantos que han sufrido y donde se necesita a gritos la reconciliación.
El sacerdote Carlos Eduardo Correa, S. J. comenta que las Farc realmente están comprometidas con la paz.